
Venta y distribución de todo tipo de suelo vinílico SPC

El suelo vinílico SPC (Stone Plastic Composite, también conocido como Solid Polymer Composite) es un tipo de revestimiento con un núcleo rígido compuesto por una mezcla de polvo de piedra caliza natural y polímeros termoplásticos. Esta combinación da lugar a una base sólida y estable, que aporta una mayor estabilidad dimensional y resistencia al desgaste que otros suelos vinílicos. Su formato modular en lamas y losetas combina estética y funcionalidad, ya que permite una instalación sencilla y un acabado que imita fielmente materiales como la madera, la piedra natural u otros.
Otra gran ventaja de este tipo de pavimentos es que cada lama o loseta incorpora una base integrada, lo que permite su instalación directa sobre el suelo sin necesidad de una capa adicional. Esta subbase ayuda a corregir pequeñas imperfecciones del subsuelo y, además, proporciona aislamiento térmico y acústico para un mayor confort.
La estructura de los suelos SPC suele estar formada por varias capas:
Gracias a sus propiedades, el suelo vinílico SPC en lamas y losetas es perfecto para todo tipo de espacios: desde cualquier habitación del hogar (incluidos espacios con humedad, como la cocina o el baño, gracias a su impermeabilidad) hasta oficinas y comercios, donde su alta resistencia lo hace ideal para áreas de alto tránsito.

Una de las características más importantes del suelo vinílico SPC en lamas y losetas es su fácil instalación. A continuación, te presentamos unos pasos generales para lograr una instalación eficiente:

El mantenimiento del suelo vinílico SPC es sencillo y rápido, ideal para quienes buscan practicidad.

El SPC (Stone Plastic/Polymer Composite) es un vinilo de núcleo rígido formulado con carbonato cálcico y PVC estabilizado. Este núcleo denso aporta gran estabilidad dimensional y resistencia a la hendidura, cualidades que lo hacen idóneo para proyectos de alta exigencia, con cambios térmicos y alto tráfico. Es un producto diseñado para uso profesional en espacios comerciales, sanitarios, educativos o residenciales de alto rendimiento.
El LVT flexible tiene núcleo 100 % PVC y se instala normalmente encolado, ideal para superficies continuas y reparaciones puntuales. El WPC combina PVC con fibras de madera, es más cálido y confortable bajo el pie, pero menos denso. El SPC, en cambio, ofrece mayor estabilidad y resistencia mecánica gracias a su núcleo mineral. En resumen: SPC = estabilidad y resistencia; WPC = confort; LVT flexible = continuidad y facilidad de reposición.
En soportes minerales, es recomendable colocar una lámina de polietileno de 0,15–0,20 mm como barrera de vapor bajo SPC instalado en flotante. Este paso protege contra la humedad ascendente. Cuando el SPC incorpora base IXPE integrada, normalmente no se deben añadir segundas mantas gruesas, ya que pueden comprometer la estabilidad del clic y no siempre mejoran el aislamiento acústico.
En entornos comerciales/alta rotación, solicita clase 33 o 34 (EN/ISO 10874); muchos SPC de gama pro acreditan 33/34. En reacción al fuego, los SPC de calidad suelen certificar Bfl s1 (EN 13501 1), pero verifica ficha del fabricante. En deslizamiento, el vinílico se declara DS (µ≥0,30) según EN 13893 y a menudo R9 (DIN 51130); sin embargo, en España la exigencia legal se comprueba con Rd (ensayo de péndulo) según CTE DA DB SUA 3.
El núcleo SPC es hidrófugo y no se deforma con la humedad, por lo que es apto para cocinas, baños y zonas húmedas. No obstante, el agua estancada puede filtrarse por las juntas y dañar el soporte o los rodapiés si no se sella. Por eso, muchas garantías excluyen daños por inundación. Recomendación: retirar rápidamente derrames, sellar perímetros y evitar su uso en duchas o zonas con contacto directo continuo con agua.

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